EL BUDA MAITREYA SAMAEL RATIFICA QUE SU NOMBRE NO ES UN SEUDONIMO
Muchos piensan que Samael Aun Weor es apenas un seudónimo. Por eso, es de gran importancia transcribir ahora lo que el propio Samael decía de sí mismo.
El texto de abajo es la trascripción de una conferencia dictada por el Maestro en el Auditorio Cívico del Estado, en Guadalajara, en el año de 1975.
"Mucha gente cree que Samael es apenas un seudónimo. ¡No! ¡Efectivamente, yo soy Samael! Ustedes mismos deben haber oído hablar que la Cábala habla de Samael, calificándolo como El ángel regente de Marte.
En la Biblia, Samael es calificado como demonio. ¡No importa! El hecho es que yo soy Samael! Y digo con toda franqueza y honestidad que esto es verdad y, aunque me llevasen a un paredón de fusilamiento, no cambiaría de idea. ¡Yo no tengo seudónimo! Insisto: ¡Yo soy Samael!
Más, ¿por qué algunos dicen que yo soy un ángel y otros dicen que yo soy un
demonio? Simplemente porque yo caí, en un pasado muy remoto, cuando vivía en el
Asia Central, en los Himalayas, en el comienzo de la Raza Aria.
Cometí el mismo error del Conde Zanoni. En aquel tiempo, yo tenía un cuerpo lemuriano inmortal.
Fui testigo ocular del hundimiento de todo el continente de la Lemuria a lo largo de más de diez mil años. Vi nacer la Atlántida. Conocí toda la Atlántida, donde seguí viviendo con el mismo cuerpo lemuriano. Vi también, después, a la Atlántida hundirse en el océano. Acompañé al Manú Vaisvavata en su éxodo de aquel continente, antes de su hundimiento.
Más, infelizmente, cometí un gran error. Acontece que, después del éxodo,
terminé viviendo en uno de los tantos reinos que había en la región en la
época. Yo estaba prohibido de tomar esposa nuevamente, por causa de mi grado
inmortal. Si ustedes no saben, aclaro que los hijos de los Dioses no pueden
desposar mujeres.
Más, acabé apasionándome por una bellísima mujer y terminé casándome. ¡Gran error! Mi Divina Madre, un día, me llamó en una caverna profunda. Y allá me mostró el futuro que me aguardaba, en caso que continuase en aquella situación. Vi lágrimas, lluvias, enfermedades, miserias. Me vi como un auténtico judío errante en el mundo. Pedí perdón por el error cometido, mas, ya era tarde. Esa fue mi caída. Perdí el cuerpo inmortal y acabé sometiéndome a la rueda de nacimientos y muertes.
Por eso digo a ustedes: mi Real Ser Interno es la Mónada Regente del planeta
Marte. En cuanto a mí, delante de ustedes, terminé transformándome en un ángel
caído. Resurgieron los egos en mi mente y me torné un verdadero diablo. Ahora,
en esta actual existencia, comprendí la necesidad de eliminar los egos, de
realizar la Gran Obra y retornar al Padre. Es así, de esta forma, que estoy
aquí, hoy, hablando a ustedes, con el corazón en la mano ¡Samael Aun Weor es mi
verdadero nombre como Bodhisatwa! ¡Samael es el nombre de mi Mónada!
¡Soy perfectamente consciente del amanecer de la vida en este sistema solar!
¡Yo vi surgir esta Creación! ¡Estoy aquí con esta humanidad, desde el primer
instante! Desde que el corazón del sistema comenzó a palpitar después de una
larga Noche Cósmica.
Vine para acá porque para acá me mandó mi Dios Interno, ¡mi Padre que está dentro de mí! ¡Mi propósito es el de servir y de ayudar a esta humanidad! ¡Yo creo que estoy sirviendo a mi semejante, creo que estoy trabajando en favor de la humanidad! ¡Durante muchos siglos estuve caído, es verdad, mas, ahora, no! Ya me levanté del lodo de la tierra. ¡Ya estoy finalizando la Obra del Padre!
Por tanto, ¡hablo de lo que he vivido y experimentado! Estoy dentro de este
cuerpo para poder ayudar a la humanidad. Más, en nombre de la verdad, digo que
¡yo soy el Arcángel Samael! Si los ignorantes quieren reírse de lo que estoy
diciendo o si no aceptan este hecho, no importa ¡No es problema mío! A mí sólo
me interesa decir lo que soy cuando me lo preguntan ¡Mi único objetivos es el
de enseñar la doctrina del Padre, de mi Padre que está dentro de mí!
Ahora voy a narrar algo extraordinario, relacionado a mi actual existencia.
Cuando reconquisté (tengo que decir que fue una reconquista, porque había
perdido y ahora ya recuperé) el grado de Adepto Calificado, naturalmente fui
homenajeado en el Mundo Causal. Es en ese Plano de Consciencia Cósmica que está
el templo de la Gran Logia Blanca.
Los Maestros de la Fraternidad Blanca me recibieron con desfiles militares, y todos me saludaron como si fuesen los gnósticos. La solemnidad de la recepción, realizada en el templo, fue en estilo militar. Los Adeptos desfilaron delante de mi insignificante persona como lo hacen los militares en los días conmemorativos únicamente para dar la bienvenida, del mismo modo como hacen con cualquier otro Iniciado que alcanza determinado grado o puesto dentro de la Jerarquía Divina.
La transmisión de grado fue hecha telepáticamente. No recuerdo de haber visto
ninguna sonrisa en el rostro de los presentes. Y allí había Adeptos chinos,
alemanes, ingleses, franceses, en fin, de todas partes del mundo que están
trabajando en la Gran Obra del Padre.
Nadie estaba sonriendo. Por el contrario: en todos existía una gran seriedad. En esa ocasión, telepáticamente me informaron de todo lo que va a acontecer con la humanidad próximamente. Millones de seres humanos van a perecer por el fuego, por el agua, por los huracanes, por los terremotos, por las enfermedades, por el hambre y por las guerras que acontecerán antes de esas catástrofes.
Por tanto, nadie estaba sonriendo; no había motivo para reír. Por lo contrario: había una terrible severidad en todos aquellos rostros. Me fue dada a entender también la gran responsabilidad que yo estaba asumiendo, porque, sobre mis hombros, estaba cayendo el deber de conducir el Ejército de Salvación Mundial de esos difíciles tiempos finales.
También me fue dicho en la época que las instituciones gnósticas que cayesen en
negligencia o que debilitaran su trabajo serían cortadas. O sea: serían
desconectadas de la fuerza cósmica, esa fantástica energía que a todo hace
crecer y progresar. Obviamente, personas y grupos destituidos de esa energía
acabarían confundiéndose y fracasando en el trabajo, individual y colectivo.
Por tanto, es necesario crear un ejército de personas de buena voluntad antes
que venga la catástrofe y llevarlo a un lugar seguro. Yo sé cuál es ese lugar,
mas si yo lo revelase, acabaría obstaculizando la Gran Obra del Padre. En ese
lugar no va acontecer nada. A ese lugar serán llevados todos aquellos que se
muestren dignos, aquellos que efectivamente estuvieren trabajando sobre sí
mismos. En el día, hora y tiempo exacto esas personas serán avisadas para dónde
deben dirigirse. Y allí, todos reunidos, contemplaremos la batalla entre el
fuego y el agua, como aconteció en la Lemuria y en la Atlántida, durante dos
siglos.
Pasados los 200 años, cuando del fondo del mar ya hayan surgido nuevas tierras,
es para allá que será conducido ese grupo, convirtiéndose en núcleo básico de
formación de la Sexta Gran Raza.
Es obvio que, en ese intervalo, la tierra quedará envuelta en fuego, humo y
vapor. Y durante esos dos siglos esas personas tendrán que eliminar de su mente
el yo psicológico. En la nueva Edad de Oro no será dado cuerpo físico a nadie
con ego. Una sola persona con ego sería suficiente para corromper todo el resto
y colocar en peligro a la propia Edad de Oro. ¡Esa es la dura realidad!
Durante la Edad de Oro no habrá fronteras, la Tierra será transformada, y surgirá
una nueva Tierra, regenerada ¡Todo eso que estoy comentando está simbolizado en
el Toro Halado! El Toro Halado es el símbolo de la Tierra regenerada ¡Es el
símbolo de la futura Edad de Oro! La Edad de oro no es de aquí a algunos
millones de años ¡No! Es para ahora, para la Era de Acuario ¡Nostradamus dice
que sobre Acuario surgirá la Edad de Oro, y Nostradamus jamás se equivocó! Más
allá de esto, ¡hechos son hechos! Hercólubus ( ) ya está al alcance de los
telescopios. No ve quien no quiere.
Por lo tanto, el objetivo de nuestros estudios es, precisamente, el de formar
un grupo de personas que sirvan de base para la futura Sexta Gran Raza. Si
ustedes cooperan con el sol, con el Logos Solar, si trabajaren sobre sí mismos,
podrán hacer parte de ese núcleo fundamental. Sería fantástico que ustedes
llegasen a ser parte de ese grupo inicial... Los tiempos del fin están a
nuestras puertas. Mas, las personas, viendo, no ven, y, oyendo, ¡no oyen!
Hace muchos años, cuando yo era aún muy joven, me revelaron en los mundos
superiores todo esto que estoy aquí hoy comentando con ustedes. Supe entonces
que a mí estaba destinado cumplir esta misión. Yo me veía exactamente así,
delante de ustedes, en medio de los grupos, diciendo todo esto que estoy
expresando hoy aquí. A través del sentido de la clarividencia yo veía a
Hercólubus, yo me veía en las calles y en los auditorios, veía a personas
riendo de lo que yo hablaba, veía a aquellos que creían en mis palabras, en
fin, en aquel tiempo ya pude anticiparme a todo lo que acontece hoy.
Todo lo que dije va a cumplirse, todo va acontecer, ¡no tengan duda! En la Atlántida, cuando hice el mismo trabajo que estoy haciendo hoy, las personas también se reían, se burlaban, me llamaban de loco, etc. Bien, antes que aquellas personas despertasen a la realidad próxima, tuvimos que salir rumbo a nuevas tierras para evitar la catástrofe. Todos aquellos que despreciaron nuestros avisos murieron ahogados o tragados por los terremotos. La misma cosa va acontecer ahora, en nuestra época..."
SAMAEL AUN WEOR
PATRIARCA DE LA IGLESIA GNOSTICA